La espada simboliza la virtud, el valor y el poder, y es un símbolo del Estado militar. El poder que representa la espada tiene un doble aspecto: por un lado es destructivo y puede ser una destrucción injusta, aplicada por maleficencia, y por otro es constructivo y justo, y puede utilizarse para establecer y mantener la paz.
Como emblema real, la paz y la justicia también están simbolizadas por la espada. Cuando aparece asociada a la balanza, la espada representa la separación del bien y el mal, golpeando al culpable.
La espada es también el símbolo del guerrero y de la guerra santa, así como un símbolo de las conquistas arias. En este sentido, la guerra santa se refiere a la guerra interior.
El Apocalipsis habla de una espada de dos filos que se relaciona con el doble poder y el dualismo sexual de lo masculino y lo femenino. En este aspecto dual de la espada, su representación designa a veces la lengua y la palabra, que, como la espada, tiene dos filos.
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La espada también simboliza la luz y el relámpago, por el brillo de la hoja. La espada aparece, en algunas mitologías, asociada al fuego. La espada que utilizaron los ángeles que expulsaron a Adán del paraíso era flamígera. La espada de fuego simboliza la lucha por la conquista de la liberación de los deseos, corta la oscuridad de la ignorancia.
Luz, rayo y fuego, la espada es también un rayo de sol. A la inversa, la espada se asocia con el agua y el temple de la espada es la unión del agua y el fuego, lo que la vincula a la imagen del dragón.
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