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El demonio representa a seres divinos o con cierta semejanza a los dioses por sus poderes. El demonio puede simbolizar tanto a seres inferiores como malignos, así como el destino mortal del hombre y su identificación con la voluntad divina.
Pero existe otra interpretación, según la cual los demonios son las almas de los intermediarios entre los dioses mortales y los hombres vivos. Estas almas serían genios que acompañan a cada hombre en la tierra, siendo una especie de consejeros secretos que despiertan la intuición o una inspiración interior en los hombres.
Ver también: LunaSimbologías demoníacas
De forma genérica, el diablo simboliza un ángel maligno, un ángel caído o un espíritu que lleva a los hombres a la tentación con el objetivo de hacerles pecar.
El demonio simboliza la conexión del hombre con una conciencia superior, espontánea y no racional, como una iluminación que lleva a romper las reglas habituales de la razón, en nombre del orden del conocimiento y también del destino.
En algunas culturas, el diablo es el ángel de la guarda, pero actúa para el bien y para el mal.
Según la creencia cristiana, el diablo es un ángel que se rebeló contra Dios y traicionó su naturaleza, pero que no es esencialmente el Mal, ya que procede del Bien.
Véase también el simbolismo de Baphomet y 666: el Número de la Bestia.
Ver también: Escudo de Vasco da Gama: significado e imagen descargable